15 de junio de 2011

Haciendo amigos

Cuando me inscribí al Curso de Antonio Saucedo, estaba convencida de dos cosas. Una, que ese era el primero de cientos de cursos más que tendría que tomar debido a mi exiguo conocimiento del negocio y la fotografía. Y dos, que iba a recibir cachos de conocimientos de un fotógrafo que no tendría por qué, con todo el derecho, compartir todo cuanto sabe.

Eran las nueve de la mañana con dieciséis minutos, y ahí estábamos, un grupo de quince entusiastas participantes. Yo, al menos no cabía de emoción por conocer por fin a mi talentoso maestro. Y entonces, mi nerviosismo y felicidad se hicieron evidentes cuando dije ante el grupo que estaba ahí para ¡divertirme! Para cuando llegó la hora de la comida, ya había desechado mis teorías.

Los dos días estuvieron llenos de aprendizaje, y de un continuo análisis de los retos que representa dedicarse a este negocio. Al convivir con mis compañeros, me di cuenta de que como en toda profesión uno debe ser dadivoso y compartido, pero. . . de este grupo me quedé literal-mente enamorada.

El lunes por la noche llegué a casa sin mis ideas preconcebidas. A cambio, me traje un puñado de nuevos y grandiosos amigos, a los cuales guardaré con cariño por ser mis primeros colegas en esta profesión. Me traje además, la convicción de que no necesito de la ayuda de ningún otro curso para llegar a ser todo lo buena que puedo ser, ya que mi carismático y divertido mentor se encargó de darme las herramientas necesarias para crecer y continuar. Y además, porque estoy segura de que el triunfo vendrá a través de la práctica, el trabajo duro y la auto instrucción.

Por otro lado, asistiré a cuanto curso o taller tenga la oportunidad, pero no para aprender de fotografía, sino para seguir atesorando la amistad de increíbles personas como Fuyo, (¡a la que me empeñe en llamarle Fuki¡ ha ha ha), Fernanda, Fernando, Héctor, Hugo, Chuy, Lidia, Sebastián, Santiago, Rosendo, Gustavo, Gilberto, Daniel, Ernesto, América, Cristian, Ximena  e Iñaqui.

Me daría pena mostrar fotos de la práctica, porque la verdad no tomé muchas, pero si se vale, le echaré la culpa a mi único lente, prime!


Solo para que nadie diga que no fui, les dejo ésta de la bellísima y amable Carol. ¡Wow! ;)




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